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Lupus y embarazo: planificación y cuidados

Sabemos que el embarazo es un momento de muchas exigencias y prohibiciones para la mujer. Pero, ¿cómo es el embarazo para aquellas que padecen Lupus Eritematoso Sistémico? Según el reumatólogo de Imuno Brasil, Dr. Ricardo Amaro Noleto Araujo, la palabra clave es la planificación y explica las principales precauciones y cuidados que deben tener médico y paciente en este momento.

Es poco probable que el Lupus suponga un riesgo para la vida de la madre o del bebé durante el embarazo, sin embargo, es necesario considerar los siguientes aspectos:

Planificación: Se recomienda que la paciente con Lupus haga un plan para quedar embarazada, ya que lo ideal es que la enfermedad tenga al menos 6 meses en remisión para que pueda quedar embarazada y transitar el período gestacional con más tranquilidad. Esta fase se logra mediante el tratamiento adecuado, el control de los síntomas y las pruebas de laboratorio que evalúan la actividad de la enfermedad. Es importante recalcar que si la gestante presenta otra comorbilidad asociada como Hipertensión, Hipotiroidismo y Diabetes, estas enfermedades también deben ser controladas para un embarazo seguro, siendo muy importante el seguimiento multidisciplinario en estos casos.

Medicamentos: Otra preocupación de las mujeres embarazadas es la programación del tratamiento farmacológico: “durante el embarazo, es posible que la paciente con Lupus tenga que modificar su medicación en uso”, explica el Dr. Ricardo Amaro Noleto Araujo. El tratamiento debe adaptarse a las necesidades de cada paciente, con el fin de elegir el medicamento adecuado para tratar a la madre sin dañar al bebé.

La mayoría de los inmunosupresores están contraindicados durante el embarazo, lo que dificulta el abordaje terapéutico cuando la enfermedad está activa durante el embarazo. En general, el uso de medicamentos antipalúdicos como la hidroxicloroquina es bien tolerado, tiene un perfil de efectos secundarios más bajo que cualquier otro medicamento disponible para el tratamiento del LES y se recomienda durante todo el embarazo como una forma de mantener la enfermedad bajo control y fuera de peligro. actividad. Otros medicamentos como metotrexato, micofenolato, ciclosporina deben modificarse debido al perfil de efectos secundarios y riesgos para la salud del feto. Algunos casos pueden requerir el uso de corticoides para el control de la enfermedad durante el embarazo, con dosis y duración de uso definidas de acuerdo a cada manifestación.

Riesgos: Entre las complicaciones que pueden presentarse durante el embarazo de las pacientes con lupus se encuentran el lupus neonatal, el cual puede afectar al bebé de diferentes formas y severidad, desde manifestaciones cutáneas que se desarrollan entre los primeros 3 meses de nacido, hasta situaciones más graves, como como hemocitopenia (anemia hemolítica, leucopenia y trombocitopenia), manifestaciones hepatobiliares o cardiopatías, estas últimas pueden ser mortales. Es importante resaltar la necesidad de investigar algunos anticuerpos que pueden tener una mayor morbilidad gestacional entre pacientes con Lupus, el bloqueo cardíaco congénito puede ocurrir hasta en un 2% de los niños nacidos de madres con anticuerpos anti-Ro/SSA y anti-La/ SSB positivo, con una tasa de recurrencia del 12-20%

En estos casos “el diagnóstico intrauterino precoz es fundamental para el tratamiento y se recomienda realizar un ecocardiograma entre las semanas 16 y 25 de gestación, periodo de mayor paso transplacentario de anticuerpos maternos y mayor riesgo de alteración del sistema de conducción cardiaco fetal”.

El embarazo también puede desencadenar otras manifestaciones o agravar ciertos aspectos de la enfermedad. La nefritis lúpica, por ejemplo, ocurre cuando el lupus ataca los riñones. La condición, caracterizada como un desafío clínico, puede ocurrir después del parto o ser preexistente, de ahí la importancia de la planificación del embarazo. La nefritis activa conlleva un mayor riesgo de aborto espontáneo y complicaciones durante el embarazo, y el tratamiento previo es de suma importancia.

El Síndrome de Anticuerpos Antifosfolípidos (SAF) es considerado de mayor peligrosidad, ya que se caracteriza por la existencia de trombosis venosa y arterial en presencia de anticuerpos antifosfolípidos, resultando en altos índices de severidad durante el embarazo. Esta condición puede causar problemas para el crecimiento del feto e incluso complicaciones importantes como la eclampsia. Es importante reconocer este síndrome durante el control prenatal para instaurar tratamientos que reduzcan estos riesgos.

Resaltamos la necesidad de individualizar el tratamiento y exámenes para cada gestante, siempre se indica que sea acompañada por un equipo multidisciplinario, incluyendo al reumatólogo y al obstetra. Un mejor resultado ocurre cuando las decisiones se toman de manera compartida y alineada entre los equipos.

Sobre o Dr Ricardo Amaro Noleto Araujo: Reumatólogo con formación en la Universidade Federal de São Paulo (UNIFESP). Magíster en Vasculitis por la UNIFESP. Profesor e investigador en Enfermedades Autoinmunes de la Faculdade Santa Marcelina.